La gata Duquesa fue adoptada en el 2018 por Shelby Sewell-Lopez y su familia. Cuando la rescataron su apariencia distaba mucho de lo que ahora podemos ver pues, según sus dueños, estaba flaca, se le caía el pelo, era muy frágil, tenía una hernia y parásitos. Shelby Sewell-Lopez, quien vive en el este de Texas, adoptó a la gatita blanca a la que vio muy enferma y lastimada, no tuvo el corazón para dejarla a su suerte y decidió llevársela a casa para ayudarla a sanar y a tener una vida feliz y llena de amor. Con cuidado y muchos mimos la realeza que se escondía en su interior afloró.
Shelby y su familia pensaron que su linda gatita estaba esterilizada, hasta que un día curiosamente se escondió en un ropero y no quería salir, cuando por fin pudieron acercarse lo suficiente para saber qué hacía ahí se dieron cuenta de que tenía algo en la boca, parecía un ratón, pero después de observar con más detenimiento se dieron cuenta de que era un pequeño gatito, y de que seguramente vendrían más. ¡Duquesa era mamá! Y todavía faltaban tres mininos por nacer…
Además de la inesperada maternidad, había otra sorpresa para la que nadie los preparó: ¡los recién nacidos se parecían a los Aristogatos! No solo habían sacado los colores, uno blanco, uno café y uno negro, sino que el género correspondía al de los mininos de la película de Disney. Shelby sabía que tenían que quedárselos, no solo por la gran coincidencia que suponía su nacimiento sino porque desde el primer momento Duquesa fue una madre cariñosa que no se alejaba de sus pequeños. Así que, después de una ardua labor de persuasión, la mujer convenció a su esposo de añadir a la familia otros cuatro felinos. Shelby no podía estar más contenta, así que nombró a los tres gatitos como a los protagonistas de la película: Berlioz, Marie y Toulouse, y al cuarto lo llamaron Blue.