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04 Mar
04Mar



El niño se cae y llega llorando... la mamá da masajes rápidamente en la zona del golpe (activa energía cósmica sin saberlo) "sana sana (mantra), colita de rana (lo distrae del dolor) si no sanas hoy, sanara mañana (decreto)

El amor y sabiduría de una madre y un dicho que a pasado de boca en boca llevando contención y sanación. 

En nuestro ADN se encuentra la información emocional de nuestro linaje ancestral. Más allá de la memoria genética, tenemos un gran bagaje de información de lo que nuestros ancestros vivieron.A través de la sanación ancestral y con ayuda de la relajación y meditación, la persona se conecta, recuerda el suceso y empieza la sanación.



En estos tiempos de prisa y de plástico, de híperindividualismo y de consumismo, el canto del alma resuena claro e incorruptible en las profundidades de nuestro ser. A ese nivel donde se gesta la salud y la enfermedad, los legados ancestrales se muestran como una esencial guía en la recuperación de fragmentos de nuestra humanidad hundidos en el olvido y la represión. Este llamado a las raíces, a las profundidades del alma, nos invita a mirar con nuevos ojos y reconocer que el regalo de la vida es el fruto de nuestros ancestros. La salud personal y la posibilidad de florecer en plenitud existen en armonía con la trama transgeneracional que nos sustenta en todo momento. Andar por los senderos del alma vivifica la experiencia humana, guiándonos a cumplir, en belleza, con el destino ancestral que siempre llevábamos dentro.  

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