¿Es un adicto lo que de verdad eres?¿Te define tu adicción?
¿Es realmente cierto que, en el nivel más básico, tienes un problema muy serio?
Cualquier terapia o programa de rehabilitación que primero no llegue hasta el fondo de estas cuestiones lo único que conseguirá es perpetuar la ilusión.
No trato de decirte que deberías dejar todo lo que estás haciendo para librarte de tu adicción, pero estoy seguro de que, acompañado del entendimiento profundo de quién eres realmente, cualquier plan de rehabilitación será mucho más efectivo.
¡Y quién sabe!, quizá a partir de cierto momento ya no necesites más planes de rehabilitación.
Te encontrarás ansiando la siguiente dosis, y hallarás dentro de esa misma ansia, dentro de cualquier malestar que aparezca, un profundo saber que todo está bien.
Encontrarás libertad en todo aquello de lo que escapabas y, en ese lugar de aceptación total, descubrirás que no eres un adicto.
Descubrirás que no te ocurre nada extraño.
Lo que eres nunca ha querido ni ha necesitado hacer uso de nada para escapar de este momento. Lo que eres permite profundamente que este momento sea como es.
Un hombre que en un tiempo se había definido a sí mismo como alcohólico me dijo:
—Nunca he dejado la bebida. Nunca he dejado de ser alcohólico. Simplemente, nunca me he tomado la siguiente copa.
En este momento en que no bebes, ¿eres bebedor? En este momento en que no fumas, ¿eres fumador? En este momento en que no te lanzas en pos del objeto de tu adicción, ¿eres adicto?
Tal vez algún día —y ese día podría ser hoy— encontrarás un cigarrillo o una copa o unas onzas de chocolate delante de ti y, al fin, sabrás, en lo más profundo, que no te darán nada que no esté ya aquí.
No harán que esta experiencia sea más completa de lo que ya es.
Puedes honrar la aparición de cualquier deseo apremiante. Puedes honrar el deseo apremiante de hacer algo respecto a ese deseo. Puedes honrar cualquier malestar que sientas por no conseguir lo que quieres. Y puedes dejar que simplemente todo esté aquí, tal como es, sin necesidad de cambiarlo de ninguna manera.
Si vas a canalizar tus energías de búsqueda, hazlo de manera que fluyan de vuelta hacia aquí, hacia dónde estás realmente, y abraza todo lo que está sucediendo ahora mismo.
Olvídate de esa búsqueda de un momento futuro en el que estarás libre de la adicción y descubre lo que hay de verdad aquí, justo ahora.
Y quizá, pronto, esta se haya convertido en la necesidad más imperiosa de todas: la de aceptar el momento totalmente.
Tal vez te hagas adicto a la más profunda aceptación de este momento, una adicción de la que no necesitarás rehabilitarte nunca, una adicción sin efectos secundarios.
Y entonces, incluso en medio del dolor, el malestar y los misteriosos deseos que no puedes controlar y ni tan siquiera nombrar, quizá te acuerdes de lo que siempre has sabido en lo más hondo, y que Julián de Norwich expresó tan claramente:
«Todo está bien, y todo estará bien, y toda clase de cosas estarán bien».
Es la libertad la que te libera, no tu esfuerzo por ser libre.
Jiddu Krishnamurti
Resumen del la plática El Arte de Escuchar y la Educación y el Sentido de la Vida