Una marioneta no puede ser responsable de sus actos

Todas las religiones creen que dios creó el mundo y también a la humanidad. Pero si has sido creado por alguien eres solo una marioneta no tienes alma propia. Y si has sido creado por alguien puede descrearte en cualquier momento. Ni te preguntó si querías ser creado ni te va a preguntar: ¿quieres ser descreado?. 

Dios es el mayor dictador. Si aceptas la ficción de que él creó el mundo y también creó a la humanidad. Si dios es una realidad, entonces el ser humano es un esclavo, una marioneta. Todos los hilos están en su mano, y hasta tu vida también. 

Entonces no hay posibilidad de iluminación. No hay posibilidad de que exista ningún Gautama el Buda, pues no hay la más mínima libertad. Él tira de los hilos y tú bailas, él mueve los hilos y tú lloras; él mueve los hilos y tú cometes un asesinato, o te suicidas, o inicias una guerra. 

Tú eres un simple títere y él es el titiritero. Entonces no se presenta la cuestión del pecado o la virtud, ni la cuestión de pecadores y santos.
Nada es bueno y nada es malo porque no eres más que una marioneta. 

Una marioneta no puede ser responsable de sus actos. La responsabilidad le corresponde al que tiene libertad para actuar. 

O existe dios o existe la libertad. Ambos no pueden existir juntos. Ningún teólogo, ningún fundador de religiones pensó en lo siguiente: que si aceptas a dios como creador estás destruyendo toda la dignidad de la Consciencia, de la Libertad, del Amor. 

Le estás arrebatando toda la responsabilidad al ser humano y lo estás despojando de toda su libertad. Estás reduciendo la Existencia entera al mero capricho de un extraño personaje llamado dios. 

Si eliminas a dios, dejas al hombre totalmente vacío. Desde luego, afirmas su libertad; pero, ¿con qué objeto? ¿Cómo va a utilizar su libertad, con creatividad, con responsabilidad? ¿Cómo va a evitar que la Libertad se reduzca a libertinaje?.

Friedrich Nietzsche no tenía ningún conocimiento de meditación. Esa es la otra cara de la moneda. El ser humano es libre, pero su libertad solo puede ser una alegría y una bendición si está enraizada en la meditación. 

Elimina a dios... está perfectamente bien hacerlo pues ha sido el mayor peligro para la libertad humana, pero también dale al hombre sentido y significado, creatividad, receptividad, un camino para que pueda encontrar su Existencia eterna. El Zen es la otra cara de la moneda. 

El Zen no tiene ningún dios. Esa es su belleza. Pero posee una enorme ciencia para transformar tu Consciencia, para brindarte tanto discernimiento que no podrás hacer el mal. 

No es un mandamiento externo: surge de lo más profundo de tu Ser. Una vez que conoces el centro de tu Ser, una vez que sabes que eres uno con el cosmos y el cosmos nunca ha sido creado, siempre ha existido y siempre existirá, de la eternidad a la eternidad, una vez que conoces tu Ser luminoso, tu Gautama Buda escondido, es imposible hacer algo malo, es imposible cometer cualquier pecado.

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